“Con codazos y empujones tuve que abrirme paso entre la multitud para poder entrar a la premier de la primera película de ‘Tiburón’. Cuando logré entrar tuve que quitarme la camisa y escurrirla porque estaba empapada de sudor”, dice Guillermo Herrera, fotógrafo de Llano Sie7e Días, recordando sus vivencias en el teatro Cóndor de Villavicencio.
El teatro Cóndor fue fundado en 1947 y llevó diversión y entretenimiento a las familias villavicenses hasta 1998, año en que fue demolido según dicen algunos de los dolientes como doña Teresa “por intereses políticos del alcalde Hernando Martínez Aguilera, porque por qué más sino por eso a alguien se le ocurriría destruir ese santuario”, dice Teresa.
Víctor Garay, quien trabajo como celador y encargado de cambiar los letreros de la cartelera que estaba ubicada sobre la entrada principal del teatro Cóndor, recuerda que era grande, de dos pisos (La platea y el balcón), con una escalera grande que llevaba al segundo piso, “Esa escalera era como las que uno ve en las películas de época, amplia, en madera, con un pasamanos muy bonito y era en espiral”, dice.
“Después que terminábamos clase en el colegio me iba con mis amigos para el teatro y nos sentábamos en el segundo piso porque ahí podíamos molestar y no nos decían nada. Ese era el plan de los jóvenes de mi época ir al teatro Cóndor”, dice el señor Torres.
Por dentro, el teatro no poseía lujos, su estilo era colonial, era grande y muy amplio, “El techo era alto, no como esos teatros de ahora que uno se sube en las sillas de la última fila y puede tocarlo”, dice Guillermo. “las sillas eran muy cómodas, acolchadas y de color rojo, la pantalla era grañidísima y tenía buen sonido”, recuerda doña Anyeli.
Siendo el primero en traer los estrenos a la ciudad, ganándole a los teatros Iris, Macal y Ariari, el teatro Cóndor se convirtió en el predilecto de la sociedad llanera, que aficionada por las películas del lejano Oeste y, las mexicanas, hacían largas filas y montonera para ser los afortunados en estar en la premier de películas como: ‘La niña de la mochila azul’, ‘La hija de nadie’, ‘Tiburón’ y ‘Terremoto’.
La película que quizá se ha quedado en la memoria de los asiduos visitantes del teatro Cóndor es ‘Terremoto’, pues quienes estuvieron en la premier se llevaron el susto de sus vidas. “Cuando comenzó el terremoto en la película las sillas comenzaron a moverse fuertemente, todos los que estábamos en el teatro nos acurrucamos al lado de las sillas y había gente que gritaba, porque pensamos que estaba temblando y el teatro se nos iba a caer en cima”, dice Miriam.
Lo que no sabían los cinéfilos era que seis meses antes de la premier, en los teatros se instalaron aparatos para que las sillas se movieran al momento del terremoto en la película, haciéndola más real, y por supuesto el Cóndor no fue la excepción a ese efecto especial.
“Para ver las películas tocaba pagar 25 centavos si era en el balcón y 50 sí era en el primer piso, pero como no teníamos plata y mis padres no nos la daban, con mi hermano Alberto nos metíamos en la montonera y entrábamos. A veces nos pillaba el dueño, o era el administrador, un señor alto, moreno y delgado, pero el ya nos conocía porque vivíamos al respaldo del teatro, se sonreía y nos dejaba entrar”, dice Leonor Lemus.
La capacidad del teatro era de más de 900 personas y quienes asistían a él recuerdan que casi siempre estaba lleno. Ahí se realizaban las ceremonias de Grado del Colegio Caldas y de La Salle. También albergaba a conferencistas, cantantes y actores que exponían su talento ante el público de la ciudad.
Con el transcurrir de los años, el teatro fue cambiando, Anyeli recuerda que las últimas veces que llevó a su hijo a cine, se notaba el paso de los años, pues el olor de la humedad era constante, la proyección era lluviosa y el sonido tenía interferencia. Sin embargo dice que: “Si le hubieran hecho mantenimiento, algunas mejoras y le cambiaban la sillas, el teatro todavía estaría funcionando”.
Del antiguo teatro Cóndor solo queda parte de la fachada, donde alguna vez tuvo su nido un cóndor de bronce que con sus alas abiertas daba la bienvenida a los lugareños, la pared derecha en la que aún se puede observar las claraboyas circulares, que Guillermo cree era por donde entraba el aire que los mantenía cómodos durante las funciones y las rejas originales, aquellas que Miriam Barreto esperaba ansiosa se abrieran para entrar de la mano de su novio, quien se convertiría en el padre de sus hijas.
Quien fundo el teatro condor
ResponderEliminarQuien fundo el teatro condor
ResponderEliminarsu madre
ResponderEliminarDónde quedaba el teatro el cóndor y ahora que edificio o casa está construida en este sitio??
ResponderEliminarNo hay ningún edificio nuevo, simplemente quedan las ruinas de la fachada y de la reja del antiguo teatro, quedan sobre la calle Real, entre el banco de la República y el banco de sangre (esquina del parque central).
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